La ciencia para dejar de fumar

El asesoramiento y pagar por abandonar el tabaco es lo que mejor funciona

Si el tabaco es el principal enemigo de la salud pública, es lógico y deseable que haya mucha y buena ciencia detrás. Y efectivamente la hay. Los datos de los estudios sobre el coste en vidas y sufrimiento son abrumadores; basta recordar tres de ellos: el tabaco mata a más de ocho millones de personas cada año, acorta la vida unos 10-11 años de media a quienes fuman toda su vida y, de una u otra forma, acaba matando a la mitad de los fumadores. También son contundentes los datos sobre los beneficios de abandonar el tabaquismo: dejar de fumar antes de los 35 años evita casi toda la mortalidad anticipada, hacerlo a los 60 años mejora la esperanza de vida en tres buenos años e incluso pasados los 60 sigue reduciendo la mortalidad y el riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares. (más…)

Panorámicas

Sobre la importancia de una visión global de la epidemia de tabaquismo

Si realmente uno de cada dos fumadores muere por fumar habitualmente, cuesta trabajo imaginar alguna epidemia más grave que la del tabaquismo. Es probablemente el primer problema sanitario mundial, y por eso también cuesta trabajo entender por qué está siendo tan difícil combatirlo. Ciertamente, hay muchos intereses económicos y se trata de una de las adicciones más fuertes. Pero no deja de sorprender que toda la información disponible, toda la contundencia de las cifras de mortalidad y todo el peso de las pruebas médicas sean insuficientes para evitar que en España, sin ir más lejos, fume casi una de cada tres chicas de 16 a 24 años (29%) y uno de cada cuatro chicos (25%) de la misma edad, según la Encuesta Nacional de Salud de 2006. El problema es, por supuesto, mucho más grave en los países en vías de desarrollo. Pero algo debe de fallar para que esta epidemia siga un guión que parece inmutable. (más…)

Flacos y longevos

Sobre la obesidad, el tabaquismo y la mortalidad prematura

Si fumar era ya desde hace unas décadas una de las principales bestias negras de la salud y la longevidad en el mundo occidental, en los últimos años empieza a perfilarse otra igual de siniestra: la obesidad. El tabaquismo acorta la vida de una forma importante (en términos de población, se entiende), si es que consideramos importante una reducción de la esperanza de vida de unos 8 o 10 años. Las estadísticas cantan que hay una pandemia de sobrepeso y obesidad, especialmente entre las nuevas generaciones, que se va a cobrar muchos años de calidad de vida y de vida misma. Pero, ¡quién nos iba a decir que la obesidad puede llegar a ser tan perniciosa como el tabaco! (más…)