Robot cirujano

Sobre la robotización de la cirugía y la presencia de la mano humana

[divider_flat] El mejor cirujano es ya un robot. La afirmación empieza a repetirse de forma sospechosa con cada nuevo robot o un brazo robotizado que desarrolla con éxito una compleja tarea quirúrgica. La introducción en el teatro de operaciones de brazos robóticos que manejan el instrumental quirúrgico ha añadido precisión a la vez que ha reducido el margen de error propio de la fatigada y nerviosa mano del cirujano. ¿Puede acaso rivalizar la mano con los precisos cortes del láser en la cirugía ocular? ¿O competir en destreza en las pequeñas angosturas del cuerpo? La mano humana necesita para desenvolverse un campo quirúrgico a su medida y sólo puede atreverse con las incisiones y suturas microscópicas gracias al auxilio de lupas de aumento, mientras que los límites de la mano robotizada vienen dados por sus grados de libertad espacial, el nivel de precisión de sus componentes y su margen de tolerancia. La cirugía mínimamente invasiva y endoscópica está reemplazando progresivamente a la cirugía abierta de grandes incisiones con el fin de reducir la herida y mejorar la recuperación, pero al fin y al cabo son las manos del cirujano las que manejan el instrumental quirúrgico. Lo novedoso de la cirugía robotizada es que son las manos robóticas las que realizan la operación, con mayor o menor autonomía, según el tipo de robot: en unos casos obedeciendo las instrucciones de un programa informático y en otros siendo dirigidas a una cierta distancia por el cirujano que realiza la operación en una consola. (más…)

Neuroescepticismo

Sobre la inflación de poder de la neurociencia y sus límites

[divider_flat] Controlar un ordenador con la mente, someterse a una descarga magnética para expandir la propia creatividad, mejorar alguna de las inteligencias, leer el pensamiento de una persona, curar enfermedades y lesiones neurológicas…  ¿Son sueños o posibilidades reales de la ciencia? La ampliación de los conocimientos de la neurociencia junto con el desarrollo de las nanotecnologías y de los sistemas de visualización del cerebro en acción llevan a pensar a algunos que se está cociendo una auténtica revolución antropológica que permitirá ampliar las posibilidades del cerebro humano y modificar el propio concepto de persona. Desde la neuroética a la neuroestética, pasando por la neuropedagogía y la neuroteología (temas todos ellos abordados en Escepticemia), muchas disciplinas parecen necesitar ahora un sustento o aditamento neurológicos para estar a la altura de los tiempos y no quedar anticuadas. La expansión de la neurociencia parece no tener límites, como si nada fuera ajeno al estudio del cerebro o todo fueran a la postre neurociencias. (más…)