1 Ago 2010
Sobre la miopía intelectual y la tendencia a tomar la parte por el todo
[divider_flat] Tomadas de una en una, las piezas de un puzle gigante dicen más bien poco de la imagen global. En muchos casos, por esa tendencia irrefrenable a ver o querer ver lo que ya conocemos de antemano, nos podemos hacer una idea equivocada. Y es que la información del conjunto que aporta una sola pieza depende del tamaño de la imagen, de la novedad y de la complejidad de la escena, así como de las piezas previamente encajadas. Esto es algo que se tiene bien presente al hacer un puzle, pero en cambio se olvida a menudo en otras actividades complejas, ya sea la información, la ciencia o la medicina. (más…)
29 Ene 2010
Sobre los hallazgos significativos, la naturaleza, el azar y la arbitrariedad[hr]
Entre bromas y veras, Voltaire decía que el trabajo de un médico es entretener al paciente mientras la naturaleza sigue su curso y cura la enfermedad. Los médicos más responsables saben que, en no pocos casos, Voltaire tiene razón, y que la buena evolución de algunas dolencias no se debe tanto a la intervención médica como a la evolución natural de la enfermedad. Un catarro, por ejemplo, dura una semana con tratamiento y siete días sin tomar remedio alguno, y con algunos procesos más graves ocurre algo parecido. En medicina es esencial determinar la eficacia de las intervenciones, y para ello hay que dilucidar si los efectos observados pueden atribuirse al tratamiento en cuestión o son obra de la naturaleza y el azar. Tarde o temprano la medicina acaba topándose con el azar y la causalidad, ese peliagudo asunto filosófico que los médicos pretender controlar con la estadística. ¿Qué probabilidad hay entonces de que un efecto observado sea obra del azar? La respuesta está en la p. (más…)
13 Jun 2008
Sobre el reduccionismo en la divulgación de la neurociencia
De la chanza al sarcasmo, la burla tiene un amplio recorrido. La primera es más inocente y simpática; la segunda, más cruel e hiriente. Mientras la primera mira de tú a tú al burlado, la segunda lo hace por encima del hombro, desde una posición de pretendida superioridad. Digamos que las chanzas se celebran y el sarcasmo lo sufre el destinatario en sus propias carnes. De hecho, la palabra sarcasmo remite etimológicamente a “cortar un pedazo de carne” y está emparentada con vocablos tan funestos como sarcoma (tumor de la carne) o sarcófago (que se come la carne). Dice la Real Academia Española que el sarcasmo es cruel y sangriento, pero tampoco es eso exactamente, porque a veces la ironía y el ingenio lo redimen y, además, la sangre no suele llegar al río. (más…)
16 May 2008
Sobre el fin de los diarios impresos y del viejo periodismo
A los jóvenes les interesan cada vez menos los periódicos impresos. Las nuevas generaciones han encontrado en internet nuevas y más divertidas formas de informarse, y no están dispuestas a pagar por un producto que se les antoja de otra época y con un cierto aroma a rancio. Menos del 10% de los jóvenes de 18 a 34 años leerán periódicos en 2010 en EE UU, según una previsión de la consultora Clark, Martire & Bartolomeo. ¿Qué futuro tiene entonces una industria a la que los jóvenes le vuelven la espalda? Además, muchos lectores de toda la vida están desertando de la compra diaria del periódico, pues lo consultan por internet o se han pasado a la prensa gratuita. Frente a los 20 minutos que lleva la lectura de un diario gratuito, para leer completo un periódico de calidad habría que echar todo un día, algo que ni los más empedernidos lectores pueden permitirse. ¿Por qué pagar entonces por algo que sólo se consume en una mínima parte? Los anunciantes están también volviendo la espalda a los periódicos de papel. Si las cifras de circulación se mantienen es en buena medida gracias a los libros, los vídeos y todo tipo de colecciones y productos que se venden a un precio competitivo junto con el diario. Pero las tiradas son forzadas y este modelo puede dar síntomas de agotamiento en cualquier momento, si es que no los está dando ya. ¿Cuánto tiempo durará esta situación?
Philip Meyer, profesor de periodismo de la Universidad de Carolina del Norte, pronosticó que en 2043 se vendería el último ejemplar impreso de The New York Times, el buque insignia de la prensa generalista de calidad en todo el mundo.Pero su propio editor, Arthur Ochs Sulzberger Jr., adelantó sorprendentemente esta previsión al año 2013 en un encuentro en el foro económico mundial de Davos, según cuenta el periodista italiano Vittorio Sabadin en su libro El último ejemplar del New York Times (editorial Sol90). Poco importa que esto pueda ocurrir dentro de sólo un lustro o más adelante, el asunto es que la calidad periodística ya no es garantía de supervivencia. Si la prensa no reacciona pronto y se renueva, puede sucumbir, y con ella los valores democráticos y de servicio público del viejo periodismo. El auge de la publicidad en los sitios web de los diarios y las inmensas posibilidades de los medios electrónicos apuntan que internet podría ser la tabla de salvación del periodismo. En el futuro, probablemente la edición en papel será residual frente a las ediciones digitales, por la sencilla razón de que no es ecológico imprimir millones de diarios para tirarlos ese mismo día a la basura. En todo caso, el problema es más complejo y la supervivencia de los periódicos pasa por la redefinición de una profesión, la de periodista, alterada por los blogs y el periodismo ciudadano. Si la prensa generalista no se adapta, podría ser su fin. La prensa especializada, ya sea deportiva o de economía, lo tiene más fácil. Y por lo que respecta a las revistas biomédicas, sus fines y su modelo económico son diferentes, por lo que merecen comentario aparte.
7 Mar 2008
Sobre la explosión de información y el boca a boca digital
[divider_flat] En un quiosco bien surtido hay probablemente mucha más información de la que una persona medianamente instruida sería capaz de asimilar en toda su vida. Ciencia, arte, historia, literatura, viajes, política, cocina, música, cine, informática… No hace falta pesarla o traducirla a bits de información: son demasiados. La edición dominical de un periódico como The New York Times contiene, según Ignacio Ramonet, más información de la que una persona culta del siglo XIX consumía en toda su vida. Y no digamos ya su edición electrónica, que se amplía a lo ancho y a lo largo por todo su archivo digital hasta alcanzar un espesor de bits imposible de digerir. La información es tan excesiva que si nos dejáramos impresionar por su desmesura podríamos ser víctimas de algo análogo al síndrome de Stendhal causado por la exposición a una sobredosis de belleza en el arte. La cuestión es cómo defenderse de este exceso de información, de ese 99,99% (quién sabe cuántos nueves más habría que añadir) que no nos interesa. (más…)