Modales

Sobre la medicina basada en la etiqueta y la buena educación

[divider_flat] Muchas de las quejas de los pacientes sobre sus médicos no tienen que ver con su competencia profesional. Ni siquiera se refieren a su falta de compasión o de sintonía emocional. Aunque la formación de los médicos cada vez pone más énfasis en la empatía, no es fácil modificar la “humanidad” de un médico, su forma de ser, su mayor o menor facilidad para sintonizar con otras personas. De lo que se quejan muchos enfermos es de algo mucho más básico y aparentemente banal como son los modales de sus médicos: “no se ha dignado mirarme a los ojos”, “no sabía con quién estaba hablando porque ni siquiera me ha dicho su nombre”, “ni una sonrisa”, “no ha apartado los ojos del ordenador”… La alusión a la buena educación puede parecer algo anacrónico cuando no secundario en el escenario de la relación médico-paciente, donde se tratan temas mucho más serios. Pero si en cualquier otra profesión relacionada con la atención al público se cuidan los modales, ¿por qué no habrían de cuidarse también en la consulta médica? ¿acaso no es importante aquí la satisfacción del usuario? ¿no podría esto influir incluso en su bienestar y salud? (más…)

Teoricopráctica

Sobre los avances biomédicos y las vidas que pueden salvar

[divider_flat] Las consideraciones para elegir los mejores trabajos biomédicos que se publican en las revistas científicas son de lo más variadas, pero pueden agruparse en dos polos:  los que ayudan a salvar vidas y los que significan un salto conceptual. Siempre que se hacen nominaciones de los principales avances del año, de la década o incluso de los últimos 166 años, como hizo hace poco el British Medical Journal (BMJ), los trabajos candidatos acaban encajando en el grupo de los avances prácticos, en el que prima la utilidad inmediata para los pacientes, y en el grupo de los avances teóricos, en el que prima el desarrollo conceptual, la apertura de nuevos enfoques y la elegancia científica. Aunque no hay aplicación práctica que no tenga detrás un desarrollo teórico ni avance básico que no acabe redundando más pronto o más tarde en alguna aplicación clínica, a la hora de elegir los principales avances médicos, los electores, ya sean médicos, directores de revistas científicas o simples lectores de estas publicaciones, ¿qué es lo que prefieren? (más…)

Cascadas y espirales

Sobre la salud de las parejas y el efecto viudedad

Los contornos sociales o psicosociales de la salud y la enfermedad dan mucho juego analítico, retórico y político, y quizá sólo eso. Todos los factores y determinantes de la salud que encajan en el cajón de lo social parecen tener una doble y paradójica condición que los hace a la vez reales y difusos, esenciales y accesorios, evidentes y difíciles de evidenciar con el método científico. Sin embargo, como la epidemiología social va demostrando, el pilar social es fundamental para que la estructura de la salud se mantenga en pie, tanto a nivel individual como comunitario. Pues del mismo modo que la salud se puede venir abajo cuando se cae en las espirales de la pobreza o la soledad, si la salud de los que tenemos al lado se resiente, la nuestra también se puede resentir. (más…)

Extravíos

Sobre el estrabismo de Rembrandt y otras miradas extraviadas

La última y sonada incursión médica por los derroteros del arte ha llegado hasta Rembrandt para ver en sus ojos un posible estrabismo. Esta suerte de diagnóstico retrospectivo se basa en el análisis de 36 de los autorretratos (24 óleos y 12 grabados) del pintor de Leiden y aparece publicado en forma de carta al director en la edición del 16 de septiembre de 2004 del New England Journal of Medicine (NEJM). Los autores de la investigación constataron que en 35 de los 36 autorretratos analizados los ojos no estaban correctamente alineados: en los óleos, mientras el ojo izquierdo mira de frente, el derecho lo hace hacia un lado; en cambio, en los grabados al agua fuerte se aprecia, como cabe esperar en las imágenes invertidas, el efecto contrario. (más…)

El modelo de PLoS

Sobre las revistas gratuitas de la Public Library of Science

La noticia del mono que ha logrado mover un brazo robotizado con sus ondas cerebrales dio la vuelta al mundo el pasado 13 de octubre. La importancia de esta investigación, que significa un decisivo paso adelante hacia el control mental de las prótesis funcionales, deja en segundo lugar otro hecho que en este caso es asimismo importante: la revista donde se ha publicado. No es Nature, Science u otra de las grandes, sino un nuevo y desconocido mensual gratuito en internet llamado PLoS Biology, cuyo primer número salió en octubre (el trabajo sobre el control neural del brazo electromecánico se publicará en el número de noviembre) y que es, por ahora, la primera gran apuesta de la organización no lucrativa Public Library of Science (PloS) para la difusión gratuita de la investigación científica.

La PLoS, que fue fundada hace tres años por unos 30.000 científicos, entre ellos 13 premios Nóbel, pretende hacer la revolución científica con sus revistas. No sólo quiere ofrecer ciencia de primera calidad para competir con las más prestigiosas cabeceras, sino hacerlo desde un modelo de negocio diferente que, si triunfa, podría dar al traste con el actual sistema de suscripciones. El modelo de PLoS, basado en la gratuidad total de los contenidos, implica que los costes de un proceso editorial de primer nivel sean sufragados no por los lectores sino por los autores del trabajo. En PLoS Biology, los investigadores pagan 1.500 dólares por la publicación de su trabajo, sujeto por lo demás al mismo proceso de peer review y demás estándares de las revistas de calidad. En la mayoría de las investigaciones, según PLoS, esta cantidad no representa ni un 1% del coste total de la investigación y los patrocinadores estarían dispuestos a sufragarla, pues lo que desean los científicos es que su trabajo tenga la mayor difusión posible. El actual modelo de suscripciones, demasiado caras para muchos países e instituciones, representa no pocas trabas para la ciencia, cuyo progreso se basa precisamente en el libre acceso a la información de las investigaciones previas. Otra de las innovaciones que introduce PLoS Biology es que cada investigación original se acompaña de un resumen redactado por divulgadores científicos para que pueda ser mejor comprendida por los lectores no especializados.

Aunque no es la primera revista gratuita que aspira a competir con las más grandes ni la única alternativa de acceso gratuito (BioMed Central publica un centenar de revistas gratuitas), los crecientes apoyos públicos y privados que está recibiendo la PLoS invitan a la esperanza. Cambiar el modelo no es fácil, pues hay que vencer sobre todo la resistencia de los investigadores a publicar en las revistas dominantes. Muchos investigadores están esperando a ver qué pasa en los próximos meses. Por el momento, para mediados de 2004, la PLoS ha anunciado que empezará a publicar PLoS Medicine para competir directamente con el New England, el JAMA, The Lancet, el BMJ y otros.