Narrativas médicas

Narrativas médicas

Sobre la importancia de narrar para conocer mejor las historias de los pacientes[divider_flat]

Muchos artistas muestran una especial devoción por las medicinas alternativas y complementarias. Desconozco hasta que punto esta observación es generalizable, pero me atrevería a decir que su interés por estas otras medicinas es superior al del común de la gente. Quizá esta inclinación sea consustancial a su dedicación profesional a la representación de la experiencia y la realidad percibida mediante los materiales propios de su oficio, ya sea la palabra, la imagen o cualquier otro lenguaje. Representar una experiencia o una percepción es, al fin y al cabo, lo que las hace visibles. Y en este terreno, el de la representación, las medicinas alternativas y complementarias se han revelado a menudo más capaces que la medicina ortodoxa, tan mecanizada ella y sin apenas tiempo para que los pacientes puedan contar lo que consideran que los médicos deben saber de su enfermedad y de su vida. (más…)

Empatía para médicos

Empatía para médicos

Sobre la necesidad de educar la conducta empática en la práctica clínica

[divider_flat] Para ser un buen médico no basta con ser competente en el diagnóstico. Hacen falta otras muchas competencias, entre las que brilla con luz propia la capacidad de comunicarse y de comprender al paciente. La llamada empatía clínica parece ser un elemento esencial de la calidad asistencial, asociado estrechamente con la satisfacción del paciente y la adherencia al tratamiento, además de con menores quejas por mala praxis. Lo llamativo es que esta competencia no ocupe el lugar central que se merece en la medicina. (más…)

Despotismo de salud

Sobre los cambios en la medicina y la responsabilidad individual

[divider_flat] Hubo un tiempo no tan lejano en el que los médicos no eran profesionales sanitarios o proveedores de servicios sanitarios (health care provider), como se les llama ahora, sino simplemente médicos. Su trabajo consistía en tratar las  enfermedades de la gente y en acompañarles en los trances del nacimiento y la muerte. Muchos de ellos ejercían su profesión guiados por el único faro de su experiencia personal y un bagaje científico elemental. La tecnología médica era más bien rudimentaria y, en general, el poder de la medicina, bastante limitado. La fe de médicos y pacientes en la ciencia y en el arte de curar era también probablemente menor que ahora. Eran, sin duda, otros tiempos. (más…)

Noticias noticiables

Sobre lo que merece ser noticia médica y los factores que lo condicionan

[divider_flat] A pesar de todos los pesares, los medios de comunicación mantienen todavía alguna autoridad sobre las demás fuentes de información. Digamos que conservan un cierto monopolio a la hora de determinar lo que es noticia, un concepto que podría definirse, en términos sencillos, como todo aquello que interesa a la población y que era desconocido hasta su divulgación. Esta definición parece clara hasta que uno se para a pensar en quiénes y cómo deciden lo que interesa al público. En este sentido, hay una anécdota, probablemente apócrifa, sobre un redactor jefe que pilló un bache con el coche, a resultas de lo cual se le cayó el café sobre el traje y llegó sucio y enfadado al periódico ordenando elaborar una serie de informaciones sobre el mantenimiento de las calles. Anécdotas aparte, si uno se para a pensar con cierto conocimiento de causa sobre lo noticiable, sobreviene el estupor. (más…)

Infoescepticismo

Sobre la necesidad de fomentar la lectura crítica de la información médica

[divider_flat] El periodismo médico tiende a la exageración. La desmesura está los genes de la información periodística como lo está el impulso de reproducción en el ADN biológico. Hay ya suficientes estudios que muestran que las noticias médicas adolecen de imprecisión, de sesgos, de incompletitud. Las limitaciones de espacio y tiempo, la influencia de la publicidad en el estilo periodístico y esa búsqueda imperiosa e irreflexiva de novedades y avances médicos espectaculares fomentan estas deficiencias. Hay, por supuesto, muchas otras razones, desde la falta de filtros y de conocimientos del periodista a la precarización del oficio de informar, pero no es el momento de ahondar en ellas. Muchos lectores ya saben que todo titular contiene una licencia para exagerar, pero probablemente ignoran otros mecanismos tanto o más importantes que conducen a la distorsión y la desinformación. (más…)