Textos memorables

Textos memorables

Los estudios sobre el lenguaje empiezan a tener en cuenta ese nuevo escenario lingüístico que son las redes sociales. En Twitter, en Facebook y, en general, en los sistemas de mensajería instantánea nos expresamos de una forma que se aleja de la comunicación escrita más tradicional. El análisis de toda esta literatura inmediata e informal está poniendo de manifiesto la aparición de un nuevo estilo de comunicación espontánea y desenfadada, que enfatiza el significado sobre la forma y las relaciones sociales sobre el contenido. (más…)

Los oyentes necesitan los «eeeh»

Los oyentes necesitan los «eeeh»

La presencia de los «mmmh» y otras disfluencias en el habla facilita la comprensión y el recuerdo

Las muletillas sonoras sin significado que encontramos en el habla espontánea, como los típicos “eeeh” o “mmmh”, son un recurso habitual para hilvanar el pensamiento con palabras. Estas disfluencias nos permiten ganar tiempo pero parece que afean y ralentizan el discurso. De hecho, cualquier profesor de oratoria abogaría por un discurso fluido y sin interrupciones para ganar eficacia. Sin embargo, parece que esto no es así y que estas pausas ayudan a los oyentes a recordar mejor lo que se ha dicho. (más…)

Arte y doping de la memoria

Sobre la finalidad de los recuerdos y su soportable levedad

[divider_flat] Mucha gente reconoce tener mala memoria, pero muy pocos dicen lo mismo sobre su inteligencia. Sin duda, el prestigio de la inteligencia es muy superior al de la memoria. Pero esto no siempre fue así: cuando no existía la imprenta, ni la fotografía ni otros medios modernos para almacenar información, la memoria era una facultad muy valorada. Desde que el poeta griego Simónides de Ceos inventó el arte de la memoria o nemotecnia, desarrollar una buena capacidad memorística fue uno de los objetivos educativos. La memoria llegó a ser considerada una de las potencias del alma (racional), equiparable a la voluntad y al entendimiento. Su reciente y desgraciado descrédito se debe probablemente a la aparición de memorias externas cada vez más potentes y funcionales. Pero ahora que arrecian las quejas por la pérdida de vigor memorístico y hay una revalorización de la memoria, parece oportuno plantearse a la luz de la neurociencia qué es, para qué sirve y cómo cuidarla. (más…)

Dr. Kawashima

Sobre la gimnasia mental y la noción de músculo cerebral

[divider_flat] Muy a pesar suyo, la imagen del doctor Ryuta Kawashima está dando la vuelta al mundo ligada a un popular videojuego de gimnasia cerebral. El facetado retrato de este médico e investigador japonés, curtido en el Instituto Karolinska de Suecia y actualmente profesor de la Tohoku University, es junto con su nombre el marchamo científico del juego Brain training del Dr. Kawashima. ¿Cuántos años tiene tu cerebro? para la consola DS de Nintendo. A pesar de que el profesor Kawashima es un investigador interesado en la cartografía funcional del cerebro humano y en la neurociencia aplicada a la educación, el éxito de ventas de su libro Train your brain (dos millones y medio de ejemplares vendidos)  hizo que Nintendo se dirigiera a él para ayudarle a crear un juego interactivo de entrenamiento mental. Kawashima ha reconocido que nunca pensó que el videojuego llegaría a tener mucho éxito, puesto que el libro es mucho más eficaz a la hora de activar el córtex prefrontal humano, pero los varios millones de juegos vendidos en pocos meses indican claramente que la gimnasia mental tiene un tirón enorme en los países desarrollados, desde Oriente a Occidente, y que la obra ha superado las expectativas de su autor, encasillándole como el gran gurú de la musculación cerebral. No en vano, una cabeza animada del propio Kawashima aparece en el videojuego advirtiendo: “Si no ejercitas tu cerebro, envejecerá rápidamente. Tendrá menos facultades que un cerebro ideal de 20 años de edad. Estarás fuera de forma y débil. ¡Pero no te preocupes! No hay nada que temer. Puedes entrenar tu cerebro igual que haces con tu cuerpo”. (más…)

Más y mejor

Sobre los fármacos para la superación y el bienestar

Del libro Trescientos medicamentos para superarse física, sexual e intelectualmente ya casi nadie se acuerda. Irrumpió de forma polémica en España a finales de 1989 y, si no fuera por las hemerotecas, casi podría decirse que nunca existió. A primera vista no hay ni rastro de él en internet y tampoco es fácilmente visible en la Agencia Española del ISBN del Ministerio de Cultura, donde figura escondido con un nombre equivocado, Trecientos medicamentos para superarse psíquicamente…. Pero la obra, traducida del francés y adaptada por médicos anónimos a la farmacopea española, fue un auténtico éxito de ventas, aunque ya solo se encuentra en los circuitos del libro usado. Planteaba una cuestión que tiene que ver con el doping pero que va más allá: el uso de los medicamentos que se pueden obtener en las farmacias para superar las propias capacidades y las limitaciones impuestas por la biología y las condiciones personales. En los 17 años transcurridos desde su publicación, el panorama ha cambiado de forma considerable: no sólo se han perfeccionado los métodos de dopaje en el deporte, sino que se han puesto al alcance del consumidor algunos fármacos realmente novedosos que permiten acariciar la idea de una cierta felicidad por vía farmacológica. Basta pensar en un solo fármaco, el sildenafilo o Viagra, para percatarse de hasta qué punto algunos medicamentos han superado la barrera puramente terapéutica para convertirse en un producto de consumo y de uso recreativo.

Entre los medicamentos esenciales de la OMS, destinados a tratar las principales enfermedades que afectan a las personas de todo el mundo, y la pastilla azul para potenciar la respuesta sexual o la toxina botulínica para quitar las arrugas, se extiende un amplio muestrario de sustancias con propiedades e indicaciones muy diversas. En un extremo están los medicamentos exclusivos para enfermedades y en el otro, los que pueden ser utilizados para tratar condiciones de la vida corriente que han sido medicalizadas o farmacologizadas, como pueden ser la tristeza o el envejecimiento. Los primeros podrían considerarse fármacos de línea blanca y los segundos encajarían en la denominación de medicamentos del bienestar, una categoría más difusa y sofisticada destinada a todo aquello que a la gente le gustaría poder remediar con pastillas para sentirse mejor, desde la calvicie hasta la fobia social, desde la celulitis a la falta de energía. Mientras en los países más pobres escasean los medicamentos esenciales, en las sociedades desarrolladas la demanda de medicamentos para mejorar el propio estado de bienestar físico, mental y social no ha hecho más que empezar. Ya hay están en fase de investigación numerosas sustancias para potenciar la memoria y la inteligencia, pero vendrán otras muchas para expandir nuestras capacidades que sin duda tendrán infinidad de adeptos. Así las cosas, se hace necesario distinguir entre un tipo y otro de medicamentos, porque sus implicaciones médicas, sanitarias, económicas e incluso éticas se antojan bien distintas.