Socios callados

Sobre la participación de los pacientes y personas sanas en la investigación clínica

Los pacientes y ciudadanos son imprescindibles para la investigación clínica y la mejora de la asistencia sanitaria. Su participación comprometida es crucial para plantear y acabar con éxito los largos y costosos ensayos clínicos, que son la mejor fórmula científica para dar respuesta a las preguntas de salud. ¿Enviarles una postal de Navidad puede servir para que no dejen de acudir a la próxima cita médica de seguimiento prevista en el ensayo clínico en el que participan? Tras someter a prueba esta original pregunta con casi 1500 participantes en ocho ensayos clínicos, ha resultado que la probabilidad de acudir a la cita es similar entre quienes recibieron la postal que entre quienes no la recibieron (85,3% y 85,4%, respectivamente). Esta es la conclusión de un estudio publicado en el reciente número de Navidad del BMJ, en el que se investigan, con todo el rigor científico, preguntas originales, que pueden tener su punto de humor pero no son en ningún caso una burla, una broma o una invención, según se advierte en las normas para el número de Navidad de la revista británica. (más…)

Atajos del pensamiento

Sobre el cerebro heurístico y la toma de decisiones de médicos y pacientes

Pensar, lo que se dice pensar racionalmente, es tremendamente lento y fatigoso para el cerebro humano. Si podemos evitarlo, a buen seguro que lo haremos. En cambio, nos resulta muy fácil reconocer todo tipo patrones, empezando por las caras, algo que hacemos con agilidad y sin aparente esfuerzo. Si no fuéramos tan buenos en esto, podríamos ver un mundo nuevo y diferente cada día, ya que ver es en realidad reconocer, pero tendríamos infinidad de problemas cotidianos, incluso de supervivencia. La mayoría de nuestras opiniones y decisiones no se basa en un análisis sosegado y racional, sino que parecen respuestas “prefabricadas” con experiencias similares previas y patrones almacenados en nuestro cerebro. Las intuiciones y el sentido común, pero también los prejuicios y los juicios de experto, son variantes del llamado pensamiento heurístico. Todas estas estrategias del pensamiento son como atajos mentales que nos permiten encontrar respuestas rápidas, aunque a menudo imperfectas, a preguntas complejas, pues en realidad lo que respondemos es una pregunta alternativa más sencilla. (más…)

Blogueros de salud

Sobre los nuevos cauces de relación y el cuestionamiento de la autoridad en la blogosfera médica

[divider_flat] Si algo podemos decir con seguridad sobre la blogosfera médica es que los blogs de salud han revitalizado las relaciones médico-paciente. También las de médico-médico y las de paciente-paciente, entre otras. Los blogs de salud han insuflado aire fresco en la comunicación entre los diversos agentes relacionados con la medicina y los cuidados de salud. Las bitácoras, que  son la quintaesencia de la llamada web 2.0, han traído la posibilidad de que todos los interesados –médicos e investigadores, pacientes, usuarios, periodistas y otros intermediarios de la información– puedan escribir un blog o participar en el de otros. Esto ha creado mucho ruido informativo y pistas falsas, es verdad, pero también buenos memes o ideas. El balance se antoja positivo. (más…)

Empatía para médicos

Empatía para médicos

Sobre la necesidad de educar la conducta empática en la práctica clínica

[divider_flat] Para ser un buen médico no basta con ser competente en el diagnóstico. Hacen falta otras muchas competencias, entre las que brilla con luz propia la capacidad de comunicarse y de comprender al paciente. La llamada empatía clínica parece ser un elemento esencial de la calidad asistencial, asociado estrechamente con la satisfacción del paciente y la adherencia al tratamiento, además de con menores quejas por mala praxis. Lo llamativo es que esta competencia no ocupe el lugar central que se merece en la medicina. (más…)

Despotismo de salud

Sobre los cambios en la medicina y la responsabilidad individual

[divider_flat] Hubo un tiempo no tan lejano en el que los médicos no eran profesionales sanitarios o proveedores de servicios sanitarios (health care provider), como se les llama ahora, sino simplemente médicos. Su trabajo consistía en tratar las  enfermedades de la gente y en acompañarles en los trances del nacimiento y la muerte. Muchos de ellos ejercían su profesión guiados por el único faro de su experiencia personal y un bagaje científico elemental. La tecnología médica era más bien rudimentaria y, en general, el poder de la medicina, bastante limitado. La fe de médicos y pacientes en la ciencia y en el arte de curar era también probablemente menor que ahora. Eran, sin duda, otros tiempos. (más…)