Menos sarcasmo
Sobre el reduccionismo en la divulgación de la neurociencia
De la chanza al sarcasmo, la burla tiene un amplio recorrido. La primera es más inocente y simpática; la segunda, más cruel e hiriente. Mientras la primera mira de tú a tú al burlado, la segunda lo hace por encima del hombro, desde una posición de pretendida superioridad. Digamos que las chanzas se celebran y el sarcasmo lo sufre el destinatario en sus propias carnes. De hecho, la palabra sarcasmo remite etimológicamente a “cortar un pedazo de carne” y está emparentada con vocablos tan funestos como sarcoma (tumor de la carne) o sarcófago (que se come la carne). Dice la Real Academia Española que el sarcasmo es cruel y sangriento, pero tampoco es eso exactamente, porque a veces la ironía y el ingenio lo redimen y, además, la sangre no suele llegar al río. (más…)