Neuroestética
Sobre el estudio de la base biológica de la experiencia estética
Los pintores, salvo excepciones, no se expresan tan bien con palabras como con imágenes. Pero aunque las obras de arte pueden y deben hablar por sí mismas, al mismo tiempo no pueden librarse de la palabra. Esto es algo que parece irremediable, pues el hombre es un ser de lenguaje, y el discurso verbal, con sus insuficiencias y contradicciones, se inmiscuye en todo para tratar de explicarlo y entenderlo. Sin embargo, el hombre es un ser de imágenes antes que de palabras. Y en ese teatro de imágenes mentales que es el cerebro, en el que se representan las vicisitudes del propio cuerpo a la vez que se dirige la obra, las imágenes se explican por sí mismas.