La sangre

Sobre su uso artístico como metáfora de la vida y la identidad

En las épocas más naturalistas de la historia del arte, la sangre era roja, de un rojo sangre recién derramada, como el chorro encarnado que fluye del cuello en Judith cortando la cabeza de Holofernes, de Caravaggio. Con las vanguardias, la sangre se extravía en la paleta del pintor y toma el color de sus sueños. ¿De qué color es, por ejemplo, la sangre del Guernica de Picasso? ¿Hay sangre por el suelo o sólo en nuestra mirada? Muchos artistas plásticos han pintado con sangre o la utilizan por sus propiedades matéricas y su simbolismo, como hace por ejemplo la estadounidense Laura Splan, autora de la ilustración de portada del número de noviembre de 2004 de PLoS Medicine y de unos delicados dibujos neuroanatómicos realizados con su propia sangre. O, sin ir más lejos, los Hemogramas (1998) de Joan Fontcuberta, una sugerente colección de fotografías de gotas de sangre de personas concretas, en la que los conceptos de azar e identidad se encarnan en formas caprichosas. (más…)