Talentos

Sobre las dotes naturales y la genética frente a la voluntad y el deseo

La palabra talento y sus diferentes acepciones provienen de la conocida parábola bíblica de los talentos. En ella se menciona una antigua unidad monetaria, el talento (del griego, τάλαντον o tálanton), muy difundida en la época del Nuevo Testamento por todo el Mediterráneo. Un talento se correspondía con la masa de agua que cabe en un ánfora y equivalía a 6.000 dracmas o, lo que es lo mismo, 21,600 kilos de plata. Los talentos que entrega el hombre de la parábola a sus tres siervos para que los administren en su ausencia eran un buen capital, que los dos primeros consiguieron duplicar y el tercero se limitó a enterrar. (más…)