La actitud científica                  

Sobre el compromiso tardío pero firme e irreversible de la medicina con la evidencia

La escueta narración que hace la Wikipedia de la muerte de los cuatro presidentes de Estados Unidos que han sido asesinados es un buen ejercicio para la memoria histórica de la medicina. Con todos ellos, Lincoln en 1865, Garfield en 1881, McKinley en 1901 y Kennedy en 1963, los medicina de la época hizo todo lo que pudo por salvarles la vida. De los cuatro magnicidios, el más ilustrativo es el de Garfield, que recibió dos balazos que no afectaron ningún órgano vital. El ilustre herido permaneció más de dos meses en cama en la Casa Blanca, mientras los médicos –en su afán por encontrar una de las balas– fueron convirtiendo una herida de unos milímetros en una herida grave. Y acabó muriendo “por culpa de la infección y de la hemorragia interna que le causaron los médicos”. (más…)

Las naranjas de Lind

Sobre la historia del escorbuto y las enseñanzas de su tratamiento

Con la distancia de los siglos y el salto en las condiciones de vida y salud, parece mentira que el escorbuto fuera una epidemia tan mortífera. El carácter epidémico de la enfermedad se hizo patente a partir del siglo XV, cuando empezaron las largas singladuras marinas en las que las tripulaciones se veían diezmadas por la deficiencia prolongada de vitamina C. Hoy nos parece increíble que entre los siglos XVII y XIX pudieran morir un millón de marineros en todo el mundo por la carencia de una sustancia que está presente en alimentos tan comunes como las frutas y verduras. Por más que almirantes, capitanes y médicos, principalmente de la marina inglesa, se devanaban los sesos sobre la causa de la llamada “peste del mar” o “peste de las naves”, sus sospechas no iban mucho más allá de la madera verde de las naves o del viento frío del mar. Y para combatirlo se propugnaban remedios tan peregrinos como la ingesta de mostaza, caldo de pollo, luciérnagas, sangre de cobaya, soda o aceite de vitriolo (ácido sulfúrico diluido). El escorbuto fue considerado una enfermedad contagiosa hasta que se descubrió que era simplemente un déficit nutricional y, finalmente, se aisló la vitamina C en 1927. (más…)

El color de la salud

Sobre los orígenes y la razón de ser del verde quirófano

Si la medicina occidental puede simbolizarse con un color, ese es el verde azulado de los pijamas de cirujanos y de tantos otros productos de uso médico. Tanto es así que a este color que inunda las salas de operaciones y recuerda a las hojas de las espinacas se le llama “verde quirófano”. La exposición El color de la medicina, organizada por el Canada Science and Technology Museum de Ottawa, muestra hasta abril de 2010 una colección de objetos que ilustran la extensa utilización del color verde en los hospitales del siglo XX. Pero, ¿por qué los pijamas de los cirujanos son verdes? ¿Desde cuándo son de este color? ¿Cómo desplazaron al tradicional uniforme blanco? Si el blanco es el color de la asepsia, ¿por qué los cirujanos prefieren el verde? (más…)

Icono plateado

Sobre la retirada del mercado del viejo termómetro de mercurio

Dentro de un par de semanas se dejarán de vender en España los entrañables termómetros de mercurio. Según recoge el BOE del 12 de febrero de 2009, el 3 de abril es la fecha límite para la venta al público de estos aparatos que han asistido inmutables al desarrollo de la medicina durante casi tres siglos. Los termómetros de cristal con un capilar interno por el que se dilata el mercurio, inventados por Fahrenheit en 1714, han sido testigos del nacimiento de la antisepsia, de los antibióticos, de la biología molecular y de tantos otros avances médicos decisivos. Han resistido de forma admirable a la progresiva tecnificación del diagnóstico y de la medicina en general, y su presencia entre tanto aparato digital y sofisticado empezaba a tener el aroma de las reliquias. (más…)