Sinapsis

Autorretratos anónimos
Grup Llacuna: Gonzalo Casino, Daniel Ensesa, Ferrán Escolà, Mariona García, Raquel García, Elisabet Puiggròs, Anna Riera, Mónica Sans, Days Taboas y María Helguera (coordinación).
Sala d’Art Massallera. Sant Boi de Llobregat (Barcelona)
1 al 30 de abril de 2004

 

“Mi ideal sería realmente coger sólo un puñado de pintura y tirarlo en el lienzo y esperar que apareciese allí el retrato”. Francis Bacon

Arrojar un puñado de pintura, atrapar una sombra, recortar una nube, mirar a los ojos de una piedra… La mirada del espectador es siempre la que da sentido a las apariencias. Por eso un autorretrato es a la vez individual y universal. La imagen del otro nos interroga y su cara podría ser una de las nuestras. Todos somos únicos y anónimos, iguales y diferentes, pero además nos constituimos con las presencias y ausencias de otros: nuestro yo nos lo dan los demás. El misterio de la identidad trasciende los límites de la conciencia y del propio cuerpo, abarca todo el universo del pronombre posesivo (mi memoria, mi casa, mis pantalones, mis hijos, mis amigos, mis sueños, mi cuenta corriente, mis futuros, mi trabajo…) y se condensa en un enredo sináptico de más de 10.000 millones de neuronas. ¿Quién duda que todo esto cabe en una sombra? La contemplación de uno de los autorretratos anónimos ha sido el desencadenante. De la sombra azarosa del lienzo salen figuras que persiguen su identidad, una identidad que toma cuerpo a base de puentes y relaciones con otras figuras, de sinapsis. Y así, un retrato encuentra su cifra y prolongación en otro, para continuar buscándose a sí mismo en la mirada de los demás.