La presencia de los «mmmh» y otras disfluencias en el habla facilita la comprensión y el recuerdo

Las muletillas sonoras sin significado que encontramos en el habla espontánea, como los típicos “eeeh” o “mmmh”, son un recurso habitual para hilvanar el pensamiento con palabras. Estas disfluencias nos permiten ganar tiempo pero parece que afean y ralentizan el discurso. De hecho, cualquier profesor de oratoria abogaría por un discurso fluido y sin interrupciones para ganar eficacia. Sin embargo, parece que esto no es así y que estas pausas ayudan a los oyentes a recordar mejor lo que se ha dicho.

Los resultados de un estudio publicado el año pasado en el Journal of Memory and Language (The disfluent discourse: Effects of filled pauses on recall, doi:10.1016/j.jml.2011.03.004) por Scott H. Fraundorf y Duane G. Watson, de la University of Illinois (EE UU), indican que estas muletillas (speech fillers) facilitan la comprensión y el recuerdo; y de paso, ofrecen algunas pistas para entender mejor el sentido de estas vacilaciones.

En un primer experimento, realizado con la lectura de textos de Alicia en el país de las maravillas salpimentados con interrupciones varias, los autores comprobaron que el beneficio de los “eeeh” y los “mmmh” no parece estar relacionado con la simple ganancia de tiempo: mientras las interrupciones del discurso por estas muletillas facilitaban el recuerdo, las interrupciones por toses lo entorpecían.

¿Por qué, entonces, los “eeeh” y “mmmh” mejoran la transmisión de un mensaje oral? Los resultados de un segundo experimento, en el que se manipuló intencionadamente la ubicación de las muletillas, sugieren que estas pausas podrían potenciar y orientar la atención del oyente. De momento, son sólo hipótesis, pero los oradores, profesores de oratoria y desarrolladores de lenguaje natural para las máquinas deberían tomar buena nota.

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