Intérpretes y traductores

Sobre el reto de la interpretación de imágenes, palabras y otros signos

[divider_flat]La palabra traductor tiene un espesor cultural mayor del que muchos sospechan, por ejemplo los miles de gargantas culés que la arrojaron como un insulto (en realidad como un boomerang, porque se volvía contra ellos) al entonces entrenador del Inter de Milán, José Mourinho. Además, todos somos traductores e intérpretes, incluso de nosotros mismos. Leer un libro, y no sólo en lengua extranjera, contemplar una imagen, mirar un rostro, escuchar a un paciente, son todos ellos ejercicios de interpretación, a veces arriesgados. (más…)

Barreras idiomáticas

Sobre el desconocimiento de la lengua como riesgo para la salud

Algo tan intangible como es la lengua, el conocimiento de un idioma, puede representar un riesgo para la salud. ¿Acaso no tienen que ver muchos accidentes laborales y de otro tipo con las dificultades de las personas para entender las alertas y advertencias de seguridad? ¿No es cierto también que esa falta de comprensión lingüística puede impedir el acceso a información clave para la prevención de enfermedades o para recibir cuidados de salud de calidad? ¿Y que, en general, las barreras culturales y lingüísticas entre médicos y pacientes comportan una peor atención sanitaria? Probablemente todo esto sea cierto, aunque hace falta conocer con precisión la magnitud del problema. (más…)

Más que palabras

Sobre el lenguaje médico, su vigor y sus flaquezas

Antes de cualquier otra consideración sobre el lenguaje médico, debe tenerse presente que hay más palabras médicas que palabras de uso común. Por sorprendente que parezca, un diccionario médico tiene más entradas que uno de la lengua. Frente a las 87.000 voces del Diccionario de la Real Academia Española o las 75.000 del Diccionario del español actual de Manuel Seco, el Diccionario terminológico de ciencias médicas ronda las 100.000 y el Dorland’s Illustrated Medical Dictionary las supera ampliamente. Esta extraordinaria riqueza del lenguaje médico implica que saber medicina es en buena medida conocer este lenguaje especializado que se ha venido enriqueciendo desde hace 25 siglos. (más…)

Translation

Sobre los misterios y problemas de la traducción

Para ponernos en situación, pensemos en cualquiera de los congresos internacionales que cada día se celebran por doquier (sustitúyase por una isla del Pacífico o la ciudad donde uno vive). Puede ser una reunión médica o de otro tipo, pero lo que aquí nos importa es el uso de la traducción simultánea. En estas circunstancias, más de un atento y políglota observador se habrá percatado de que, a veces, la audiencia no sólo sonríe por un comentario del ponente con un cierto desfase temporal sino que sonríe cuando no toca. El culpable es, por supuesto, el traductor, que ha añadido algún comentario con la sana intención de adecuar mejor el mensaje al perfil del oyente.

Uno de los curiosos observadores de esta situación fue Antoni Muntadas, considerado uno de los artistas más comprometidos con el cuestionamiento de la realidad y sus apariencias. A partir de esta observación ha venido realizando desde 1995 una serie de 27 trabajos e intervenciones artísticas, reunidas en el proyecto «On translation»,  en lugares tan distantes como Kassel, Nueva York, Helsinki, São Paulo, Madrid, Atlanta, París o Bogotá, con la intención de reflexionar sobre la dificultas de traducir no sólo las palabras sino también los símbolos, las imágenes o las experiencias. «Atención: la percepción requiere implicación» es el provocador lema de este proyecto vivo y adaptado a cada entorno sobre la «traducción cultural como fenómeno contemporáneo» que recientemente ha recalado en el Macba de Barcelona.

Sobre la posibilidad o imposibilidad de traducir cualquier cosa, Muntadas aclaraba en El País del 23 de noviembre de 2002 que «el problema es traducir para ayudar a interpretar. Cuando yo hablo de traducción no me refiero sólo a la traducción lingüística, que es lo primero que entiende la gente, sino que traducir para mí también es cómo se interpreta una ciudad, una bandera o una transacción económica». El abismo referencial que hay entre dos palabras aparentemente equivalentes como la inglesa «translation» y la latina «translatio» nos permite acercarnos al borde del precipicio que puede abrirse entre un original y su traducción, y que cualquiera puede apreciar en su real dimensión cuando lee la traducción automática de un texto medianamente complejo.

Si, a pesar de los notables avances, la traducción automática es a menudo un proceso frustrante es porque la expresión del pensamiento en palabras sigue siendo un misterio, es decir, un asunto no matematizable. En el caso particular de la literatura médica y científica, puede parecer que la utilización universal del inglés es una solución en un ámbito en el que el lenguaje pretende ser lo menos ambiguo posible. Y en efecto lo es, pero por otra parte crea nuevos problemas con la eliminación de matices, los falsos sentidos o la insensata incorporación de neologismos. El misterio de la traducción puede tener un gran interés artístico, pero ante todo es un desafío científico y para la comunicación.