Sobre el interés y la valoración social de la ciencia y la medicina

La ciencia es cada vez más la lupa con la que miramos el mundo. Es cierto que el analfabetismo científico es todavía importante, incluso en gruesas capas de las sociedades desarrolladas, pero parece ir retrocediendo. Por lo que respecta a España, crece el interés social por la ciencia y crece el nivel de formación. Esta tendencia ha sido corroborada por la cuarta encuesta bienal sobre percepción social de la ciencia y la tecnología realizada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y dada a conocer recientemente. Si en la encuesta de 2006, el deporte era el tema informativo que más interesaba a los españoles, ¿saben cuál es en la de 2008? Mientras el interés por el deporte ha bajado del 30,0% al 26,1%, el interés por los temas de medicina y salud ha subido del 26,4% al 28%. Este interés no hay que tomárselo al pie de la letra, está claro; porque, ¿puede acaso un programa de ciencia competir con un gran evento deportivo televisado? Hay tiempo para todo, es cierto, y hasta es posible mirar un partido de tenis o de fútbol con ojos de científico.

En cualquier caso, esta cuarta encuesta de la FECYT ofrece otros datos reveladores. Es muy sintomático, por ejemplo, que la mayoría de la población española (53,4%) considere que los beneficios de la ciencia y la tecnología son mayores que sus perjuicios, y que estos beneficios son apreciables en prácticamente todos los ámbitos de la vida, como son la lucha contra las enfermedades y epidemias (85,5%), el desarrollo económico (80,7%), la calidad de vida (79,9%), la conservación del medio ambiente (63,5%), la generación de nuevos puestos de trabajo (62,2%), el aumento de las libertades individuales (58,2%) e incluso el incremento y la mejora de las relaciones entre las personas (58,4%). Estos datos han mejorado respecto a anteriores encuestas y son un buen síntoma de la confianza que tiene la sociedad en la ciencia para resolver sus problemas, como lo es también el que los médicos y los científicos sean los dos grupos sociales mejor valorados por los españoles.

Esta positiva valoración social de la ciencia coincide, como no podía ser de otro modo, con una mayor demanda de información científica. Los españoles se informan principalmente por la televisión (82,3%), la prensa diaria de pago (32,9%), internet (32,4%) y la radio (30,2%), pero consideran que la atención que muestran estos medios (excepto internet) es insuficiente. Y si quieren saber más, bien puede ser porque creen que la ciencia es el principal instrumento para entender y cambiar el mundo. Ahora bien, ¿cual es la institución que menos confianza despierta a la hora de tratar cuestiones relacionadas con la ciencia y la tecnología? Los partidos políticos. Queda mucho por hacer en muchos ámbitos, pero quizá es la política uno de los más refractarios a asumir criterios científicos. Y, sin embargo, para gobernar el mundo y resolver sus complejos problemas hace falta sin duda una cierta mirada científica.