Sobre las propiedades saludables de los flavonoides

[divider_flat] Buena parte del atractivo de los flavonoides reside en la amplia variedad de efectos beneficiosos para la salud que se les atribuye. Estos pigmentos naturales, presentes en infinidad de plantas, semillas, frutas y alimentos vegetales, deben también su buena imagen y mejor prensa a la ausencia de estudios definitivos que confirmen o desmientan sus generosas virtudes y mecanismos de acción en los que parecen involucrados, ya sea su capacidad antioxidante o sus poderes antibacteriano y anticancerígeno. Al escasear los ensayos clínicos que evalúen sus diferentes propiedades, algunos de los alimentos que contienen estas sustancias, como por ejemplo la soja, el té verde, el chocolate o el vino, parecen estar envueltos en un aura de salud que bien pudiera ser desproporcionada, pero en cualquier caso no está confirmada.

Los flavonoides ocupan, obviamente, un lugar destacado en algunas medicinas complementarias. Las propiedades medicinales que se les atribuyen a estas sustancias parecen afectar a prácticamente todos los órganos y sistemas. Aparte de sus efectos antioxidantes, anticancerosos y antimicrobianos, se considera que, en su conjunto, los flavonoides mejoran la resistencia de los capilares, tienen efectos antitrombóticos, disminuyen el colesterol, protegen al hígado de las enfermedades y al estómago de las úlceras gástricas, potencian el músculo cardiaco y mejoran la circulación, y tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Rara es la enfermedad o dolencia para la que los flavonoides no son un buen remedio o al menos una ayuda. La medicina oficial también ha prestado atención a estas sustancias, y dispone en su arsenal terapéutico de algunos fármacos a base de flavonoides. Así, por ejemplo, los flebotónicos, que son en su mayoría flavonoides extraídos de plantas. Estos fármacos han venido gozando de cierta popularidad entre médicos y pacientes, especialmente en Francia, que copa el 70% del mercado mundial de estos productos, aun sin estar debidamente avalados por ensayos clínicos. Y ahora que un grupo de investigadores españoles y estadounidenses ha hecho una revisión de las evidencias científicas disponibles (14 ensayos clínicos con datos de 1514 pacientes con hemorroides), publicada en el British Journal of Surgery de agosto de 2006, se ha constatado que no hay resultados concluyentes sobre la eficacia de estos flebotónicos, tal y como también indicaba una revisión Cochrane previa sobre el uso de flebotónicos en la insuficiencia venosa.

Si algo se puede concluir de estas revisiones es que la eficacia de los flavonoides como flebotónicos está rodeada de una gran incertidumbre y que hacen falta más ensayos para comprobar si el buen nombre de estas sustancias es merecido en este contexto. Los flavonoides aluden, etimológicamente,  al color amarillo-naranja, entre la miel y el oro, de algunas frutas y plantas. Probablemente estos pigmentos sean tan atractivos como la miel y el oro, pero esto es algo que en términos médicos todavía está por comprobar.