Sobre los recientes avances en el tratamiento del cáncer

Los fríos datos estadísticos pueden desencadenar fuertes descargas emocionales colectivas. Es lo que ocurrió en el 41 congreso anual de la American Society of Clinical Oncology (ASCO), celebrado del 13 al 17 de mayo de 2005, en Orlando (EE UU). El causante del suceso ha sido un anticuerpo monoclonal utilizado en oncología y dirigido específicamente contra el receptor HER2 (Human Epidermal growth factor Receptor 2), que está  sobreexpresado en un 20-30% de los cánceres de mama, entre otros tumores. Los ensayos clínicos que se estaban realizando con cerca de 5.000 mujeres, en EE UU y Europa, para evaluar el efecto del fármaco transtuzumab (más conocido como Herceptin, su nombre comercial) en la prevención de recurrencias del cáncer de mama HER2 positivo fueron suspendidos en abril de 2005 porque había un grupo que claramente respondía peor.

El 21 de abril se reunió el Data Monitoring Committee (DMC) del ensayo estadounidense y el 25 de abril el del europeo, y al “desvelar el ciego” se comprobó que el grupo que iba peor en ambos ensayos era el grupo control. Los datos preliminares, que saltaron a la prensa a finales de abril, indicaban que transtuzumab reducía a la mitad las recaídas (en un 75%, metastásicas) de esta variante especialmente agresiva de cáncer de mama. La presentación de los datos estadísticos completos se aplazó para la 41 reunión de la ASCO, donde finalmente se comunicaron ante un público muy numeroso, casi 10.000 personas repartidas en dos salas. Al término de la presentación, los asistentes rompieron a aplaudir de forma enfervorizada: los ponentes habían bajado del estrado, y el público seguía aplaudiendo. Se aplaudió con entusiasmo y de forma continuada durante unos cinco minutos, según relata uno de los presentes, el oncólogo español Josep Baselga, en una especie de “catarsis” de la comunidad formada por investigadores, médicos y pacientes. “Fue algo mágico, nunca visto en los 20 años que he asistido a ASCO; algo que te ponía los pelos de punta y que yo sólo había presenciado en la ópera”, continúa Baselga.

Este aplauso bien puede significar un reconocimiento a los muchos avances que se han sucedido en los últimos años y que permiten pensar con fundamento que el cáncer ya no es lo que era. Las novedades terapéuticas, los progresos en el diagnóstico precoz y el mayor conocimiento de la biología del tumor invitan a creer, como dice Baselga, que se ha producido un salto cualitativo en el tratamiento del cáncer y que probablemente estamos asistiendo al principio del control de este grupo de enfermedades. Es verdad que no todo el mundo es optimista, que muchas de las expectativas que se suscitan todos los años por estas fechas en ASCO luego no se confirman, que el aumento de la supervivencia en muchos de los cánceres es un proceso muy lento y costoso, que queda mucho por hacer en todos los terrenos y que la realidad médica de cada día es desconsoladora. Pero bien podría ser que ese gran aplauso en ASCO 2005 indicara un punto de inflexión.