Sobre el auge del libre acceso a la literatura científica

Lo que parecía un sueño hace unos años, está cada vez más cerca. El movimiento para el acceso gratuito a la literatura médica y científica a través de internet, el llamado «open movement»,  ha dado pasos de gigante en los últimos meses y ha recibido importantes respaldos oficiales en EE UU y el Reino Unido. Su revolucionario modelo de negocio -«el autor paga», en vez del tradicional «el lector paga»- está demostrando ser no sólo razonable y necesario, sino además viable económicamente. La semilla plantada hace unos años por BioMed Central y más recientemente por la Public Library of Science (PLoS) está dando hermosos frutos de contrastada calidad científica. El modelo podría extenderse como la pólvora, por lo que los grandes editores tradicionales, encabezados por el gigantesco Reed Elsevier, que copa casi la tercera parte del mercado, están temblando. Todos están siguiendo muy de cerca de estos pioneros del «open movement» y sus últimos éxitos.

A pesar de haber iniciado su travesía contracorriente, las revistas de BioMed Central (más de un centenar) están cosechando unos factores de impacto comparables a sus homólogas del modelo de suscripción. Así, con los datos de 2003 del Journal Citation Reports del ISI, la revista abierta Arthritis Research & Therapy se ha catapultado al segundo lugar en el campo de la reumatología en sólo seis años de vida; en su primer año, Respiratory Research se ha situado también la segunda por factor de impacto en el área de respiratorio; Critical Care se ha aupado al sexto lugar en su campo, y otras muchas se están colocando a la altura de las más reputadas revistas que se publican según el modelo tradicional.  El argumento de que las publicaciones de acceso libre no podrían alcanzar niveles de difusión y reconocimiento similares a los de suscripción se ha caído por los suelos. La revista PLoS Biology, aunque todavía no tiene datos del ISI, pues se lanzó en octubre de 2003, aspira a competir directamente con Nature, Science y Cell. Y el 19 de octubre de 2004 saldrá el primer número de PLoS Medicine, para disputarse los mejores artículos con las grandes revistas médicas.

En el modelo «open» son los autores de la investigación quienes corren con los gastos de su publicación (PLoS cobra 1.200 euros por artículo). Esto significa un pequeño incremento de los costes de la investigación, pero se sustenta en el poderoso argumento de que si es la sociedad quien sufraga en buena medida la investigación es razonable que tenga acceso libre a sus resultados. En EE UU, el Congreso está pendiente de aprobar una recomendación para que a partir de 2005 toda la investigación de los National Institutes of Health (NIH) sea de libre acceso a través de BioMed Central, mientras en el Reino Unido el Science and Technology Committee ha recomendado en un informe al Parlamento que toda la investigación pública sea de acceso público. El «open movement» está, sin duda, feliz por estos logros. Y por los que se avecinan.