Conocer los secretos de los buscadores, primer paso para encontrar lo que se busca

El “yo no busco, encuentro” de Picasso carece de sentido en el mundo de internet. En la que ya es sin lugar a dudas la mayor biblioteca del mundo, el encuentro es, por así decirlo, anterior a la búsqueda. La información sale a tu encuentro sin ir a buscarla: no hay más que conectarse a internet y cualquier “home” que incorpore por defecto el navegador ya nos ofrece infinidad de “bits” de información que, muy posiblemente, no nos interesen en absoluto. La búsqueda, en cambio, es un proceso activo que resulta  más complicado de lo que en principio parece. Sólo los más expertos internautas son capaces de ir al encuentro de la información que buscan con decisión y confianza. La clave, no hay duda, está en conocer los secretos de los mejores buscadores, ocultos a menudo entre la turbamulta de anuncios y servicios, pero a sólo uno o dos “links de distancia. Y es que aunque estos buscadores son realmente potentes y parezcan fáciles de usar, se trata de una apariencia que en seguida se torna en decepción cuando no se sabe acotar los términos de la búsqueda.

Para sacar el mejor partido de los potentísimos buscadores actuales, lo primero que hay que hacer es familiarizarse con la utilización de las expresiones booleanas: AND, NEAR, OR, NOT, etc. Pero no sólo eso, también hay otras utilísimas herramientas para acotar la búsqueda, como son la utilización de paréntesis junto con los términos booleanos, el fraseado literal entre comillas o las palabras truncadas con asteriscos (ejemplo: medic* remite a médico, medicina, medicamento, etc.). Y luego hay otras diversas posibilidades como la búsqueda por campos (ejemplos: url, title, domain, etc.) que se anteponen a lo que queremos buscar o el listado por sitios web, una útil herramienta que tienen algunos buscadores para evitar que se repitan páginas y páginas del mismo sitio. Para conocer mejor las posibilidades generales de acotar la búsqueda con términos booleanos y para conocer las prestaciones de tres de los mejores buscadores (Altavista, Excite y HotBot) es recomendable leer el artículo “The Secret World of Serach Engines…Revealed” publicado el mes pasado en MedicalTribune.

Pero conocer el funcionamiento de los principales buscadores es sólo un primer paso. En el campo de las ciencias de la salud hay que tener en cuenta además que hay buscadores específicos cuyo buen manejo requiere también un cierto conocimiento de sus características (valga como ejemplo el de la base de datos MedLine), así como guías de recursos médicos clasificados (valga aquí como ejemplo MedicalMatrix) que también resultan de gran ayuda para localizar información médica de interés. Y luego, una vez localizada la información, se presenta con toda su crudeza lo que sin duda es la cuestión más importante: ¿podemos fiarnos de esta información?

Como dice el experto Alejandro Jadad, jefe de la Unidad de Investigación sobre Información de Salud de la Universidad de McMaster en Ontario, “buscar información útil y válida en internet puede ser difícil a causa de la velocidad y falta de control con las que se acumula la información; juzgar si esta información es creíble y aplicable puede presentar un mayor desafío que la simple búsqueda de información”. Las fuentes de información en internet a las que recurre un médico generalmente tienen la garantía de una universidad, una sociedad científica o una revista de prestigio. Pero en el caso de los sitios web destinados al público, que son los que más crecen porque es precisamente donde convergen los intereses económicos, las cosas no están tan claras. Así que ya no se trata sólo de buscar y encontrar información, sino también las claves para validarla.